Nace Cayetano de noble alcurnia, hijo del Conde Gaspar de Thiene.
Nace Cayetano de noble alcurnia, hijo del Conde Gaspar de Thiene, quien infelizmente muere cuando sus dos brotes aún eran muy chicos. La madre sin embargo los educa en la fe, de forma dedicada y eximia.
Cayetano se forma bien también en el sentido humano;
va a la Universidad de Padua donde resalta en teología y se doctora en derecho
civil y canónico, en 1504. Fue nombrado senador en Vicenza.
Pero la vida sacerdotal lo atrae, lo arrastra, y va a
Roma en 1506 para allí seguirse sumergiendo en los conocimientos de Dios.
Secretario privado
de un Papa
Fue nombrado secretario privado del Papa Julio II.
Muerto este en 1513, decide no continuar en el cargo. Se ordena sacerdote en
1516, cuando tenía 36 años. Antes de celebrar su primera misa, ocasión que le
parece grandiosa, se prepara durante 3 meses.
Funda en Roma la “Cofradía del Amor Divino”,
asociación de clérigos dedicada a promover la gloria de Dios. Su primera
experiencia de pastor es en la parroquia Santa María de Malo, cerca a Vicenza.
Cuando entra al Oratorio de San Jerónimo, que tenía
los mismos fines que la Cofradía del Amor Divino pero incluía a laicos pobres,
sus amigos le recriminaron que ese ingreso no correspondía a su origen noble;
pero eso no le importó.
Funda otro oratorio en Verona. Luego va a Venecia, se
aloja en el hospital de la ciudad, y se le considera fundador de ese hospital
por todos los regalos que le hizo.
Durante su estancia en Venecia, que duró 3 años,
implanta la bendición con el Santísimo, y promueve la comunión frecuente. Escribió:
“No estaré satisfecho sino hasta que vea a los cristianos acercarse al Banquete
Celestial con sencillez de niños hambrientos y gozosos, y no llenos de miedo y
falsa vergüenza”.
En un ambiente donde también era visible la
corrupción dentro de la Iglesia, San Cayetano clamaba por la reforma de vida.
Regreso a Roma.
Fundación de los teatinos
El P. Cayetano regresa a Roma en 1523, con la
intención de luchar por la reforma de costumbres al interior de la Iglesia.
Trata de ese tema con su Cofradía del Amor Divino. En ese empeño de la reforma
encuentra excelentes compañeros en el obispo de Teato, Mons. Giampietro Carafa
(después el Papa Paulo IV), en Bonifacio Colli y Pablo Consiglieri. Junto a
ellos funda una orden de Clérigos Regulares, que tenían como meta imitar la
vida del colegio apostólico. Esta orden toma el nombre de “Ordo Regularium
Theatinorum”, o Congregación de los Teatinos, y tiene como principal misión la
renovación del clero.
El Papa Clemente VII aprueba la nueva comunidad el 14
de septiembre de 1524. San Cayetano renuncia a todos sus bienes y Mons. Carafa
a sus 2 episcopados de Brindis y Chieti. Este obispo es hecho superior general
de la orden. Los cuatro primeros religiosos hacen votos en la basílica de San
Pedro ante un delegado pontificio.
Los objetivos de la nueva congregación: Sí, renovar el clero, luchar por la enmienda de las costumbres de los descarriados; predicar la buena doctrina; cuidar los enfermos y promover el acceso muy frecuente a sacramentos.
Se exila en Venecia. Luego va a Verona, y finalmente
a Nápoles.
La orden no tiene un crecimiento exponencial. Cuando
en 1527 un ejército saquea Roma y los religiosos deben huir a Venecia, eran
sólo 12. En 1530 San Cayetano sucede al obispo Carafa en el cargo de superior,
lo que hace con renuencia por su humildad.
En 1533 nuevamente Mons. Carafa es elegido superior.
San Cayetano es enviado a Verona, donde se le hace fuerte oposición a las
reformas que quiere introducir en el clero.
Viaja luego a Nápoles a fundar una casa de la orden.
El Conde de Oppido le da una casa y le ofrece dos terrenos de donde puede
percibir una renta, pero el Santo rechaza los terrenos. El Conde insiste y le
dice que los napolitanos no son tan generosos cuanto los venecianos. Pero San
Cayetano le responde: “Tal vez tengáis razón, pero Dios es el mismo en ambas
ciudades. Dios está en Nápoles como en Venecia”. Nápoles va cambiando fruto de
la acción del santo.
No tuvo impedimento para enfrentarse con calvinistas
y luteranos.
Con el Beato Juan Marinoni funda los “Montes de
Piedad”, que ayuda a pobres y marginados. A los pobres presta dinero a bajísimo
interés. También abre hospicios para ancianos, funda hospitales.
En el verano de 1547 cae enfermo, y a pesar de que
los médicos recomendaban un colchón, San Cayetano decía que no lo merecía, pues
Cristo había tenido por lecho una cruz, por lo que murió sobre tablas.
Fuente: Gaudium Press
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