“Durante
los primeros meses de vida del Niño Dios, no hablaba con sus padres más que por
comunicaciones místicas interiores. Un día, extendiendo los sagrados bracitos a
su padre virginal, balbuceó "¡Abba!", es decir "¡Papá!"
San
José, que poseía un corazón tierno y de gran sensibilidad, no pudo contener las
lágrimas y con mucha humildad, preguntó a la Virgen si él también debía llamar
a Jesús "Hijo mío".
La
respuesta de María fue, por supuesto, afirmativa.”
¡San
José mi padre y señor, enséñame a querer más cada día a Jesús y María!
⚜
Fuente: Mons. João S. Clá Dias, EP in “San José, ¿Quién lo conoce?...”
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