Ella nace en 1347, junto a una hermana gemela que no sobrevivió muchos días, pero que alcanzó a ser bautizada. Era la penúltima de los hijos, y la última de las niñas. Tuvo la gracia de crecer en un ambiente religioso, puro.
Desde chica el cielo se le abrió,
y conversaba con ángeles y santos.
Se recluía en su cuarto donde
vivía su piedad. Pero su madre quería casarla, y como ella, que desde los 7
años había hecho voto de virginidad, no cedía, la madre comenzó un verdadero
acoso. Incluso impidió que se recluyera en su cuarto, por lo que ella se
construyó un cuarto místico, donde guardaba su corazón.
Se había cortado la cabellera a
los 16 años, como signo de su rompimiento con el mundo. A los 18, recibió el
hábito de las Hermanas de la Penitencia de Santo Domingo, una especie de orden
tercera dominica.
Entre los muchos favores del
cielo que recibió, estuvo lo que se conoce como el “desposorio místico” con el
Señor, los estigmas de la pasión, vivió una “muerte mística” en la que fue
llevada en espíritu al Infierno, al Purgatorio y al Paraíso, y tuvo una “troca
mística de corazón con Jesucristo”.
Aprendió milagrosamente a leer
y a escribir, para cumplir la misión que Dios le tenía destinada en la tierra.
Su confesor es su biógrafo, un
Beato que tenía un gran número de discípulos, los caterinati, donde había
clérigos y laicos. Entre estos se encontraba el Beato Raimundo de Capua, su
confesor y primer biógrafo, por quien se conocen muchos detalles de su vida.
Su muy visible carisma no
impidió que sufriese la persecución de ciertas gentes, seguramente movidas por
el espíritu del mal. Incluso sufrió la incomprensión de frailes de su propia
orden y de algunas de sus hermanas de religión.
En esa santa mujer también
habitaba el espíritu de cruzada, pues quería una Cristiandad pacificada que se
dispusiese luego a la liberación de los santos lugares.
Censuró al Rey de Francia por
llevar la guerra a cristianos y no empeñarse en la cruzada.
Muere muy joven, a los 33 años,
un 29 de abril; pero ya había cumplido su misión en la tierra y ahora iniciaba
una en la eternidad.
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