Por
ser el mayor de los varones santos de la Historia, goza de la bienaventuranza
de una audiencia especialísima y de gran poder de intercesión en favor de los
que a él recurren.
Por
causa del estrecho vínculo que tiene con el Cuerpo Místico de Cristo, vela por
todos sus miembros, protegiendo a los inocentes y obteniendo el arrepentimiento
de los pecadores.
Esta
auténtica mediación en el orden de la gracia, la ejerce con generosidad,
eficacia y dominio, mereciendo como nadie el título de Patriarca de la Iglesia
Católica.
¡San
José mi padre y señor, enséñame a querer más cada día a Jesús y María!
⚜ Fuente: Mons.
João S. Clá Dias, EP in “San José, ¿Quién lo conoce?...”
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