lunes, 12 de febrero de 2018

El cuerpo incorrupto de Santa Bernardita Soubirous, la vidente de Lourdes

La incorruptibilidad del cuerpo de Santa Bernardita Soubirous es uno de los casos más impresionantes y estudiados por la medicina. La gran fiesta de Nuestra Señora de Lourdes se conmemora mundialmente el 11 de febrero y la fiesta de Santa Bernardita, el 18 de febrero, en Francia.
El cuerpo incorrupto de Santa Bernardita Soubirous, la vidente de Lourdes.
Desde el 3 de agosto de 1925, el cuerpo intacto de la santa se encuentra expuesto en una urna de cristal en la capilla del convento de Saint Gildard, en la ciudad de Nevers, en la región de Borgoña, a 260 km al sur sudeste de París.
Así informa una placa al lado del cuerpo de  la santa, en la misma capilla: “El cuerpo de Santa Bernardita reposa en esta capilla desde el 3 de agosto de 1925. Está intacto y ‘como si estuviese petrificado’ según fue reconocido por los médicos juramentados y por las autoridades civiles y religiosas por ocasión de las exhumaciones de 1909, 1919 y 1925. El rostro y las manos, que se oscurecieron en contacto con el aire, fueron recubiertos con delgadas capas de cera, moldeadas según los modelos recogidos directamente. La posición inclinada hacia el lado izquierdo fue adoptada por el cuerpo en el túmulo”.
Veamos, también que dijeron los médicos responsables por las pericias practicadas en el cuerpo de la santa en las diversas ocasiones mencionadas en la placa.
Primera exhumación
El 22 de septiembre de 1909, treinta años después del funeral, su cadáver fue exhumado por primera vez y el cuerpo encontrado intacto.
Los doctores Ch. David y A. Jordan, que condujeron esa primera exhumación, escribieron en el relato de los exámenes: “El cajón fue abierto en la presencia del obispo y del alcalde de Nevers, sus principales representantes y diversos religiosos.
No notamos ningún olor. El cuerpo estaba vestido con el hábito de la orden a la que pertenecía Bernardita. El hábito estaba húmedo. Apenas el rostro, manos y antebrazos estaban descubiertos. La cabeza estaba inclinada hacia la izquierda. La faz estaba lánguida y blanca. La piel estaba pegada a los músculos y éstos adheridos a los huesos. Las cavidades oculares estaban cubiertas por los párpados […] Nariz dilatada y arrugada. Boca levemente abierta y se podían ver los dientes en su lugar. Las manos cruzadas sobre el pecho, estaban perfectamente conservadas, así como sus uñas. Las manos sostenían un rosario. Se podían observar las venas en el antebrazo. Los pies estaban arrugados y las uñas intactas. Una vez removido el hábito y el velo levantado de su cabeza, se pudo observar su cuerpo, piel tensa […] Su cabello tenía un corte corto y bien sujeto a la cabeza. Las orejas estaban en perfecto estado de conservación […] El abdomen estaba tenso, como el resto del cuerpo. A ser tocado, tenía un sonido como el del cartón. Las costillas y músculos se observaban bajo la piel […] El cuerpo estaba tan rígido que se podía girar de un lado a otro […].
Nuestra Señora de Lourdes, y la gruta de las apariciones.
Segunda exhumación
En 1919, diez años después de la primera exhumación,  esta vez dirigida por los doctores Talon y Comte, contando con la presencia del obispo de Nevers, del comisario de policía y de representantes del Ayuntamiento y de la Iglesia.
He aquí, algunos tópicos del relato del Dr. Comte, sobre la segunda pericia: “De este examen concluyo que permanece intacto el cuerpo de la venerable Bernardita, esqueleto completo, músculos atrofiados, pero bien preservados; apenas la piel, que estaba arrugada, por los efectos de la humedad del cajón. […] El cuerpo no estaba en putrefacción ni descomposición, lo que sería tomado como normal, a cuarenta años de su entierro. Nevers, 3 de abril de 1919, Dr. Comte”.
Tercera exhumación
Finalmente, el 18 de noviembre de 1923, su santidad el papa Pio XI firmó el decreto reconociendo la heroicidad de las virtudes de Bernardita.
Después de la beatificación de la santa, fue realizada una tercera exhumación el 12 de junio de 1925. El objetivo era retirar “reliquias” de su cuerpo. La canonización sería ocho años más tarde, en 1933.
Sobre esta última exhumación, el Dr. Comte escribió en su informe, en términos forenses, que a veces espantan a los no entendidos, pero que nos permiten medir con exactitud el grado de incorruptibilidad del cuerpo de la vidente de Lourdes:
“Yo quería abrir el lado izquierdo del tórax para retirar algunas costillas y remover el corazón, que yo tenía certeza que estaría intacto. Sin embargo, como el tronco estaba levemente apoyado en el brazo izquierdo, habría dificultad en tener acceso al corazón. Como la Madre Superiora, al igual que el obispos,  expresó el deseo que el corazón no fuese retirado, cambié de idea de abrir el lado izquierda del tórax y apenas retiré dos costillas  del lado derecho, que estaban más accesibles. Lo que más me impresionó durante la exhumación fue el perfecto estado de conservación del esqueleto, tejidos fibrosos, musculatura flexible y firme, ligamentos y piel después de cuarenta y seis años de su muerte. Después de tanto tiempo, cualquier organismo muerto tendería a desintegrarse, a descomponerse y adquirir una consistencia calcárea. Pero, al cortar, percibí una consistencia casi normal y blanda. En aquel momento, yo hice esta observación a todos los presentes, que no veía aquello como un fenómeno natural”.
Santa Bernardita en la época de las apariciones. Aún no era religiosa, era una humilde campesina.
En aquella época fue confeccionada la urna de cristal que guarda el cuerpo de Santa Bernardita. Las monjas cubrieron el rostro y manos con una capa fina de cera. La urna hoy se encuentra en una bella capilla fuera de la clausura para que pueda ser visitada por los fieles.
El cuerpo milagrosamente preservado de Santa Bernardita invita a los visitantes a imitar la vida de esta religiosa de la congregación de las Hermanas de la Caridad, y a llevar en serio los mensajes transmitidos por la vidente de la Virgen de Lourdes, la cual se presentara como la Inmaculada Concepción.
Fuente: O corpo incorrupto de Santa Bernardita Soubirous, la vidente de Lourdes.