¿Qué quiere decir San Luis Grignion cuándo
afirma, en el párrafo 21 del Tratado, que el “Espíritu Santo, por intermedio de
María, de la cual quiso servirse, si bien que no le fuese absolutamente
necesario, redujo al acto su fecundidad, produciendo en Ella y por Ella a
Jesucristo”?
En lo que se refiere al
Espíritu Santo, Él posee una fecundidad infinita y absoluta, pero, en la
Santísima Trinidad, Él no puede generar otra Persona Divina. Entonces, el
Espíritu Santo ejerce su fecundidad en las relaciones de la Santísima Trinidad
con la creación, primeramente generando en María el Verbo de Dios Encarnado, y,
seguidamente, como explica también San Luis Grignion, generando en María los
otros hijos adoptivos de Dios, conformándolos a Jesucristo. Por lo tanto, en
María es reducida al acto plenamente aquella capacidad infinita que posee el
Espíritu Santo de generar y vivificar los hijos de Dios.
Fuente: P. Ricardo Basso, EP in “Preguntas y respuestas: ¿Por qué
debemos consagrarnos a la Santísima Virgen?”, Pregunta 2, pág. 176. Edición en
portugués.
Ver Parte I: El Espíritu Santo genera en María los otros hijos adoptivos de Dios
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